- Azúcar 150 g
- maní partido 300 g
- pasta de maní 200 g
- manteca 100 g
- maní tostado 50 g
- aceite neutro y de almendra
Colocar el azúcar en una cacerolita o cuenco de cobre.
Llevar al fuego y agregar el maní partido.
Revolver y dejar al fuego hasta formar una preparación dorada y crocante.
Volcar sobre una placa aceitada con aceite neutro (de maíz o girasol).
Distribuir bien y dejar enfriar.
Procesar el crocante y añadir la pasta de maní; procesar nuevamente.
Sumar la manteca a temperatura ambiente y procesar.
Aceitar un molde con aceite de almendras.
Volcar la preparación en él y distribuirla en forma pareja.
Dejar reposar hasta el día siguiente.
Desmoldar y cubrir con maní pelado, tostado y partido.